jueves, 5 de marzo de 2015

El Comité Nacional de la Red Mexicana por la Agricultura Familiar y Campesina condena enérgicamente el asesinato de los compañeros líderes de El Barzón

El Comité Nacional de la Red Mexicana por la Agricultura Familiar y Campesina condena enérgicamente el asesinato de los compañeros campesinos Alberto Almeida Fernández y Rubén Magaña Reyes, dirigentes de El Barzón en los Estados de Chihuahua y Michoacán respectivamente. Asimismo llamamos a las instituciones encargadas de la procuración de justicia para que, sin demora alguna, se tomen todas las medidas necesarias para esclarecer los hechos delictivos, lograr el castigo a los autores de ambos homicidios y salvaguardar la vida de las y los defensores de derechos humanos.

La agricultura familiar representa un elemento esencial para garantizar el derecho a la alimentación de los mexicanos, así como el medio de subsistencia de la mayoría de la población rural, sin embargo más allá de esta causa que nos impulsa a todas las organizaciones integrantes de esta Red, entendemos que sin la garantía de seguridad, paz y justicia; no podemos aspirar a impulsar mejoras profundas en favor de la agricultura familiar.
Las víctimas de la delincuencia fueron nuestros compañeros dirigentes de El Barzón, quienes se distinguieron por la defensa del derecho al agua, la tierra, la autodeterminación, los recursos naturales; en pocas palabras defensores del derecho a una vida digna y plena para las personas en el medio rural.
Alberto Almeida fue ultimado el pasado 24 de febrero en Ciudad Juárez, Chihuahua; por su parte Rubén Magaña fue privado de la libertad el jueves 19 de febrero por la delincuencia, para ser hallado muerto el pasado 1° de Marzo en Penjamillo, Michoacán.
Ante estos lamentables acontecimientos reiteramos nuestro llamado para que, en este, como en todos los delitos de esta índole, se garantice la verdad, se erradique cualquier resquicio para la impunidad y se castigue a quien resulte responsable material e intelectual de estos delitos.
Los compañeros que hoy han sido víctimas de estos atroces actos son solo un ejemplo de las consecuencias que ha traído la violencia y las condiciones de pobreza del medio rural. Por eso seguiremos trabajando para que al mismo tiempo que se pongan en marcha las herramientas de El Estado para garantizar la seguridad, paz y justicia, se impulse la mejora de los medios de vida de los y las campesinas a partir de sus actividades productivas, solo así podremos asegurar una sociedad pacífica y un Estado de derechos plenos.
ATENTAMENTE.
COMITÉ NACIONAL DE LA RED MEXICANA POR LA AGRICULTURA FAMILIAR Y CAMPESINA