Sembrar
traslapando diferentes cultivos, en el mismo lugar, es una estrategia
productiva muy común entre agricultores familiares. Esta dinámica posibilita
por un lado, obtener una mayor diversidad de alimentos durante todo el año en
una pequeña superficie de terreno, y por otra, fomentar el eficiente uso de los
nutrientes del suelo y minimizar el impacto de plagas y enfermedades.
En México
es muy común el sistema de “milpa”, compuesta por maíz, frijol y calabaza y
muchas veces complementado con chile. Pero además muchas de las parcelas
asocian milpa con árboles frutales o forestales, logrando
así un excelente agroecoistema.
Cultivo de brócoli asociado a manzano.
Jolnajoltic, Chiapas 2013/ ©FAO México
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